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viernes, 20 de julio de 2012

EL OBJETO EN LA PERVERSIÓN



El objeto del deseo es una necesidad del sujeto por lo que éste lo construye para ser sujeto.
En esa necesidad radica la fuerza de la atracción del objeto sobre el sujeto, y no en su “atractivo” ni en sus características.
En las modas actuales sobre vestiduras excéntricas, por ejemplo en los góticos, o en los tatuajes o en los piercings, podemos ver que los que participan en esos rituales se sienten atraídos por ellos mientras los de gustos clásicos sienten rechazo por las formas de esos objetos.
Otro ejemplo más lejano es el del pié de la japonesa aristocrática de la cultura Samurai, limitado en su crecimiento natural para evitar que vaya más allá de la medida marcada por el buen gusto y que a la mirada de un occidental resulta deforme.
La neurosis es una posición de sometimiento a esta atracción hasta el punto de construir una ideología del objeto adecuado. Lo que el neurótico siente adecuado lo convierte en una ideología, una suerte de naturalismo del objeto, como quien dice que las cosas son como son porque eso es evidente, vale decir una idea del objeto adecuado basada en el sentimiento.

La perversión por el contrario es el rechazo a la atracción y a toda ideología del objeto.

En su pasión por la fijeza del objeto el neurótico vive las vicisitudes emocionales entre idealización y desvalorización propias de su construcción del objeto, como un destino vital.

El perverso en cambio sabe de la ley del deseo y convierte este saber en su objeto.
No goza de la atracción constituyente del objeto convencional de las costumbres culturales sino que es atraído por el ejercicio de rechazo a esa ley y paradójicamente este rechazo se convierte en su objeto.
No se independiza del objeto - que sigue siendo para él una necesidad como sujeto existente - sino que agrega un bucle en el deseo por el objeto cultural del que se independiza para recaer en su atracción en una segunda vuelta.

Cuando se le propone un sistema de valores lo rechaza y este rechazo de la propuesta es su propio objeto.

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