
La identidad humanita es producida por el significante, red inconsciente que sostiene la relación entre las partes que lo componen, cuyo carácter móvil, de permanente cambio y renovación, permite existir al sujeto.
Vivimos por lo tanto entre dos vertientes del inconsciente, la que actualiza el lugar donde pone su pie y la variación permanente que le quita el suelo. Como en el mito del Ave Fénix, en la percepción subjetiva de morir y renacer, su naturaleza es particularmente sensible a la caída y recuperación del sentido. Por esta razón, aceptar la muerte como una desaparición es la mayor de todas las dificultades psíquicas, a tal punto que se dice que la muerte es irrepresentable para la mente. Sin la concepción de que existe una vida después de la vida es difícil consolarse, evitar las rebeldías del alma, no caer en el abandono, la melancolía y su correlato, la reacción de ira. Sin la concepción de que existe una vida después de la vida es difícil tener la templanza necesaria para sostener una ética del bien, de la construcción y del trabajo.
Jorge Luis Borges decía no creer en otra vida posterior; es más prefería que no la hubiera, que no hubiera nada. Y supongo que no le faltaba una ética. Hay muchas más personas que creen lo mismo. Sólo algunos creyentes piensan que la ausencia de Dios y de vida eterna nos lanzaría a todos por el camino del crimen. Yo tampoco creo en otra vida y casi que no creo en la muerte; esa de la que tanto me han hablado.
ResponderEliminarQuerido Mobesse
ResponderEliminarComo dices, nos han hablado de la muerte. Freud también lo ha hecho en forma de "Pulsión de muerte" que entiendo en el sentido de una puntuación. Siendo el sujeto un discurso, la puntuación es esencial para que no nos atraganten la palabras, para que no quede todo desbordado en la pulsión de vida.
Plantea una dialéctica, una estructura en que no hay vida sin muerte; todo ello en la dimensión de la teoría del significante que Lacan elabora a partir de Freud, en que el deslizamiento de las unidades del discurso da solidez al sistema.
Gracias por tu palabras
La seguimos
Luis S.