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domingo, 2 de octubre de 2011

DESTINOS Y DIOSES

“Ahora todo eso podría ser distinto. Debía ser distinto. Y rezó, rezó, rezó: “Oh, Isis, todopoderosa, derrota al eimarmené, el destino de los hombres, y que el eimarmené, como en tantas otras ocasiones, te obedezca y sea él el que se pliegue a tus designios al amparo de mis oraciones.”

En la pluma de Santiago Posteguillo, en su novela Las legiones malditas, así reflexiona y ora la egipcia Netikerty, esclava romana, después que el cónsul Escipión expuso que los romanos al igual que los griegos no creen que el destino pueda ser cambiado ni siquiera por los dioses, pero que sin embargo los egipcios sí creen que la diosa Isis tiene la potestad de hacerlo.

Esta diferencia teológica entre las dos culturas politeístas me lleva a preguntarme por el lugar que se adjudica a los dioses dentro del orden simbólico inconsciente, o por decirlo llanamente, en la mente humana.

Lo veo del siguiente modo:

Hay alguien que ora y un Dios que escucha y a partir de ello cambia el destino.

En la concepción del psicoanálisis Freud aporta el concepto de inconsciente como un mecanismo que determina el pensamiento. Existe una peculiar forma de escuchar con la que el analista trata al paciente, cuya característica es estar abierta a la sorpresa y que produce un cambio de tendencia en su pensamiento, abre nuevos senderos y en cierta medida cambia su destino.

¿Por qué esta escucha despojada de prejuicios puede producir esto? Lacan responde que es debido a que esta maniobra – llamada Interpretación Inconsciente – toca lo real.

En la mecánica inconsciente hay una red de símbolos dedicada a producir sentido en la conciencia, sin conseguirlo del todo. A esta limitación Lacan la llama Lo Real, mostrando que se trata de una dificultad que al mismo tiempo tiene un efecto generador.

La oración religiosa tiene en común con la interpretación psicoanalítica el acercamiento a Lo Real.*

*Para ampliar la noción de Lo Real ver link: http://psicoterapiadeverdad.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. ¡Dichosos, entonces los sicoanalistas! Y si además son creyentes...

    ¿Interpretación inconsciente? ¿Sin mediar el diálogo? ¿Tiene esto que ver con el diálogo de los inconscientes? Uno habla con alguien y los inconscientes llevan su propio intercambio. ¡Qué misterio!

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  2. No sin diálogo, no sin conversación. Pero lo interpretación es "en" transferencia. El analista sabe desde donde habla pero ignora lo que dice, en este sentido da una preeminencia a lo inconsciente. En eso cree, a consecuencia de su propio psicoanálisis. No es una teología. Creer que vivimos en algo que nos sostiene sin necesidad de saber en cada momento qué dice.
    El neurótico obsesivo por ejemplo es la predominante inseguridad sobre la capacidad de este sostén y la suposición que su cálculo consciente va a prevenir una catástrofe del sujeto. El sujeto se sostiene sin pedirnos permiso, el obsesivo se toma un trabajo tan monumental como innecesario.

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