RECONOCIMIENTO
DEL OTRO, TRANSFORMACIÓN DEL UNO.
Yo te escucho y en mí algo cambia por lo que
escucho.
Por el hecho de escuchar, quien escucha se
modifica por las palabras del otro. Esta es la ´escucha activa´.
Así cobra el habla su dimensión humana:
Somos lo que decimos al ser escuchados. Si no
somos escuchados quedamos vacíos. Para llenarnos, para ser es necesario ser
escuchados.
Por el hecho de que quien escucha es
modificado por lo que escucha toma fuerza la red comunitaria. Somos diferentes
cada uno es cada cual, pero todos somos también parte de los otros.
Reconocimiento
del otro. ´Refundación´.
A causa de lo que me has dicho, si te escucho
me modifico.
Si cuando te hablo tú cambias, es algo que me
impresiona.
El mundo humano funciona así, la comunicación
es en el fondo una cuestión de ´refundación´.
Por esto mismo quien escucha es reconocido
por el que dice.
De este modo la comunicación es una
refundación, un recambio de la personalidad del que escucha.
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