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domingo, 13 de marzo de 2011

SOFÍSTICA: EL PODER DEMIÚRGICO DE LA PALABRA. (1)


La palabra tiene un poder demiúrgico más allá de todo contenido o concepción ideológica.

Como el ser humano es un sujeto del lenguaje - en el decir de Lacan vive en la casa del lenguaje - la resonancia de la palabra por el mero hecho de ser pronunciada se siente como una verdad absoluta.

Por eso es delicado el uso de la palabra: como un bien dado en usufructo, se concede con la condición de no abusar del mismo, de no despilfarrarlo.

Como es común en la vida de los hombres, los principios suelen dejarse gobernar por el ejercicio de un poder.

Sócrates refuta el pensamiento de los sofistas oponiendo la lógica al principio de la verosimilitud, creando la base del espíritu científico.

La tendencia al uso demiúrgico de la palabra, a la sofística, (2) es una tentación que retorna una y otra vez en la historia dando lugar a construcciones de gran poder, que después de un tiempo generalmente jalonado por daños sociales o personales cae para dar paso a la valoración lógica de la realidad.

Los discursos políticos entre otros, suelen ejercer abusivamente esta propiedad.

1. Demiurgo: palabra proveniente del griego, que significa maestro en el sentido de creador, una especie de maestro mágico.

2. Sofística: ideología del uso de la palabra y del razonamiento que en la Grecia clásica predominó en la fórmula del pensamiento durante trescientos años, llegando a construir estructuras muy refinadas. Fue rebatida por Sócrates. Consistía en la idea de que la realidad era lo verosímil, y la verosimilitud su prueba misma.

1 comentario:

  1. Donde aprecio el poder demiúrgico de la palabra es en la palabra poética,capaz de devolvernos a una realidad otra, más lúcida y completa. Es en el poema, donde radica –con perdón de Lacan– la verdadera casa del lenguaje.

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