
“El gran filósofo idealista de origen alemán Immanuel Kant respondió a la divisa conservadora “¡No pienses, obedece!”, no con otra como “¡No obedezcas, piensa!”, sino con “¡Obedece, pero piensa!”
Cuando somos sometidos a un chantaje como el del plan de rescate financiero, debemos vigilar la intención de dicho chantaje, y esforzarnos en resistir a la tentación populista de expresar nuestra cólera y darnos de cabezazos.
En lugar de ceder a una expresión impotente como ésta, debemos dominar nuestro malestar para transformarlo en la firme resolución de pensar, de reflexionar de manera realmente radical, de preguntarnos sobre el tipo de sociedad que hace posible que existan chantajes de este tipo (una sociedad que, por otra parte, estamos en vías de dejar atrás).”
En efecto. O, lo que es lo mismo, en público puedes utilizar tu razón (por ejemplo, como académico que da una conferencia, o hablando con tus amigos, o comunicándote a través de un blog), pero en privado (en tu puesto de trabajo, en tu familia, es decir, como una pieza de la maquinaria social), debes obedecer a la autoridad, a la Ley.
ResponderEliminar¿No sería ésta la razón cínica instaurada por la Ilustración?
Hola Carlos
ResponderEliminar¿Me podrías desarrollar un poco tu pregunta final, acerca de la ilustración y su razón cínica relacionada a ese actamiento pensante que nos señala Zizec?
Gracias
Luis S.
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ResponderEliminarCómo no. En su libro Goza tu síntoma. Lacan en Hollywood, Zizek mismo señala que esta escisión entre el ámbito público y el privado (en público soy libre de dudar de todo, de criticarlo todo, de participar en manifestaciones contra el gobierno, etc., pero en privado debo obedecer al Amo) es la actitud ideológica propia del cinismo; en palabras de Zizek:"...la distancia cínica que corresponde a la noción misma de la Ilustración y que hoy parece haber alcanzado su apogeo; si bien oficialmente socavada, desvalorizada, la autoridad vuelve colándose por la ventana –sabemos que no hay verdad en la autoridad, no obstante seguimos jugando su juego y obedeciendo a fin de no perturbar la marcha normal de las cosas..."
ResponderEliminarPor supuesto, de forma hegeliana, Zizek reconoce que esta actitud ideológica es contradictoria y que puede convertirse fácilmente en su opuesto: un exceso de esa distancia cínica, de ese acatamiento pensante y reflexivo, puede devenir una estrategia a la vez prudente y realmente disolvente del sistema.
Un cordial saludo.
Gracias por tu desarrallo. En esa idea la ilustración sería una posición soberbia relacionada al saber, si entiendo bien por dónde va la cuestión. Ahora bien, lo que dices de que puede darse vuelta contra el mismo sistema cínico del saber, me deja pensando. Una pregunta desde la ingenuidad sería ¿Por qué se volvería antisistema? En lo que dice Zizec lo pesco por el lado de utilizar el profundo acatamiento a la norma como una posición que facilite la reflexión. Me hace acordar del "loco" Chavez, el pianista que decía que su modo de demostrar su profundo rechazo a las normas era cumplirlas todas.
ResponderEliminarUn abrazo
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ResponderEliminarEn efecto, Luis. La postura del "loco" Chávez es la misma del soldado Schwejk, de la novela de Jaroslav Hasek: el soldado minaba el orden de su regimiento cumpliendo con absoluta literalidad las órdenes de sus superiores y el reglamento militar. Como dice Zizek, recordando a Lacan, la Ley se mantiene gracias a su transgresión: ésta aporta el fundamento libidinal del sistema, ya que es la forma en que el sistema organiza sus modos de goce.
ResponderEliminarSi me permites un ejemplo de mi vida profesional, cuando yo trabajaba en un centro de reeducación para menores con problemas sociofamiliares y delictivos, todos los miembros del equipo educativo y del equipo de vigilancia transgredíamos constantemente el reglamento de régimen interno del centro y muchos protocolos y normas de actuación, y además lo hacíamos apelando al reglamento mismo. De esta forma funcionaba el microsistema del centro y todo seguía su curso. Pero en una ocasión llegó una educadora que quiso seguir el reglamento de régimen interno a rajatabla, de forma literal: el resultado fue que puso patas arriba el centro en un solo día, desencadenando el caos y hasta un intento de amotinamiento. Su insistencia en el cumplimiento estricto y literal de la normativa, de la Ley del centro y del poder directo de la autoridad, trajo consigo el socavamiento de la Ley y de la autoridad --y hay que tener en cuenta que sólo era una persona en minoría de a uno.
Un cordial saludo.