Las polaridades sexuales eran llamadas por los japoneses de la cultura samurái tradicional, cuando alguien comentaba alguna noticia en público sobre esta cuestión, “asuntos de almohada”. Querían decir que no era un tema de significado social, sino asuntos personales. Me imagino que tenía la misma dimensión que si alguien dijera entre nosotros que fulanito o menganita se masturba. Cualquiera le miraría raro, como diciendo ¿a quién le importa eso?
En el informativo de internet, aparecen hoy dos noticias sobre la homosexualidad. Una es la declaración del Ministro del Interior de Rusia y del Alcalde de Moscú, sobre que se va a reprimir una manifestación Gay, anunciada para el día de cierre del festival Eurovisión que se celebrará en estos días en la ciudad. La otra, es la declaración de Megan Fox, la actriz de Hollywood, diciendo que es bisexual.
¿Qué importancia tiene esto? ¿Tiene una importancia que incumbe a lo público? ¿Por qué se hacen declaraciones con tanta trascendencia en los medios y se toman disposiciones de seguridad en los estados? Creo que, en cuanto a lo esencial de la naturaleza erótica del ser humano, no tiene relevancia pública alguna. Es como lo decían aquellos: asuntos de almohada.
Darle importancia a estas cuestiones a nivel ético o ideológico, o considerar que implican a lo social, creo que está basado en un concepto de la sexualidad humana, tomada de la idea del naturalismo, que se basa en la concepción de que las conductas están dictadas por un orden exterior al propio ser humano, al que se llama orden natural - ¿estará escrito en las cortezas de los árboles o en las rayas de la piel de los tigres? O de algún otro tipo de ordenamiento exterior al propio pensamiento y experiencia personal, que se cree que lo determina, como la historia o la religión, por ejemplo.
Creo que no es relevante con quién y cómo se acueste la gente, siempre que lo haga dentro de los límites del respeto al derecho a decidir del otro. Y esta sería la única implicación social del hecho, sea cual fuere la identidad sexual.
Lo veo así porque entiendo que la relación sexual es una de las formas que tenemos los humanos, de relacionarnos con el enigma del alma; que está basado en una lógica paradojal que investiga eternamente su naturaleza sin llegar a descifrarla nunca, en que cada verdad se impone y al mismo tiempo oculta una contracara.
Todos los caminos llevan a Roma pero a Roma no se llega jamás. Si alguien, por un error, llegara a Roma, lo mejor que podría hacer es apresurarse en extraviarse, para poder seguir buscándola.
Luis Schnitman
Madrid. 14.5.2009
En el informativo de internet, aparecen hoy dos noticias sobre la homosexualidad. Una es la declaración del Ministro del Interior de Rusia y del Alcalde de Moscú, sobre que se va a reprimir una manifestación Gay, anunciada para el día de cierre del festival Eurovisión que se celebrará en estos días en la ciudad. La otra, es la declaración de Megan Fox, la actriz de Hollywood, diciendo que es bisexual.
¿Qué importancia tiene esto? ¿Tiene una importancia que incumbe a lo público? ¿Por qué se hacen declaraciones con tanta trascendencia en los medios y se toman disposiciones de seguridad en los estados? Creo que, en cuanto a lo esencial de la naturaleza erótica del ser humano, no tiene relevancia pública alguna. Es como lo decían aquellos: asuntos de almohada.
Darle importancia a estas cuestiones a nivel ético o ideológico, o considerar que implican a lo social, creo que está basado en un concepto de la sexualidad humana, tomada de la idea del naturalismo, que se basa en la concepción de que las conductas están dictadas por un orden exterior al propio ser humano, al que se llama orden natural - ¿estará escrito en las cortezas de los árboles o en las rayas de la piel de los tigres? O de algún otro tipo de ordenamiento exterior al propio pensamiento y experiencia personal, que se cree que lo determina, como la historia o la religión, por ejemplo.
Creo que no es relevante con quién y cómo se acueste la gente, siempre que lo haga dentro de los límites del respeto al derecho a decidir del otro. Y esta sería la única implicación social del hecho, sea cual fuere la identidad sexual.
Lo veo así porque entiendo que la relación sexual es una de las formas que tenemos los humanos, de relacionarnos con el enigma del alma; que está basado en una lógica paradojal que investiga eternamente su naturaleza sin llegar a descifrarla nunca, en que cada verdad se impone y al mismo tiempo oculta una contracara.
Todos los caminos llevan a Roma pero a Roma no se llega jamás. Si alguien, por un error, llegara a Roma, lo mejor que podría hacer es apresurarse en extraviarse, para poder seguir buscándola.
Luis Schnitman
Madrid. 14.5.2009
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