Entiendo que en la crítica al relativismo que llevan a cabo ciertas concepciones, y en la crítica al absolutismo, por parte de otras; en el fondo de la cuestión lo que está en juego es la forma de entender la noción de idea absoluta.
La noción de idea absoluta, a nuestro entender, implica sostener que existen ideas cuya verdad es indubitable, una verdad no sujeta a crítica ni a discusión posible. Una idea que se asume como inamovible porque se considera totalmente pertinente.
La crítica a la noción de idea absoluta plantea que no es posible sostener el carácter de verdad absoluta de una idea, al menos con razones del tipo de los argumentos. Considera que la exigencia de verdad está en la argumentación lógica que sostiene la realidad a la que se refiere.
No se podría decir por ejemplo, todos los hombres son buenos, o lo contrario, todos los hombres son malos, sin argumentar esas afirmaciones con validez, que demuestre que son ciertas. Como no se podría sostener la validez de la existencia de una función o partícula sub atómica, sin la argumentación pertinente de tipo teórica y práctica que corresponda al método de investigación en ese campo.
Desde el punto de vista de la teoría de la ciencia (epistemología) esto implica una reflexión que no es fácil.
Algunos sostienen la validez de la fe, como prueba de una verdad. Esto es correcto dentro del campo de la creencia o del campo religioso. Este no es el campo de la ciencia.
Cuando se trata de argumentar la validez de una idea en ambos campos, como si fueran complementarios, se cae en un sofisma; vale decir un argumento que puede resultar imaginariamente verosímil, pero difícilmente verdadero desde el punto de vista de la lógica científica, que implica una demostración de la idea en la realidad.
Mucho de esto está en cuestión en las polémicas que en los últimos tiempos se sostienen sobre el aborto, o la homosexualidad, entre otros temas que están a la orden del día en los medios y en las calles.
En este sentido va nuestra impresión de que, en estas cuestiones, en el fondo, además de los asuntos que se discuten; se juega la cuestión de si resulta aceptable o no la noción de una idea absoluta.
Creemos que éste es un asunto relevante en la forma de pensar que se considera válida en la cultura, lo que a nuestro entender tiene repercusiones prácticas de gran trascendencia en la vida de la gente.
Luis Schnitman
Madrid, 29.3.2009
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