Absolutismos - Relativismos
Intento descifrar el estatus de la imputación de “relativismo” que hace la Iglesia Católica al “pensamiento laicista”.
Tengo en general la impresión de que se exagera desde la crítica al laicismo, al adjudicarle un carácter absoluto a su relativismo, y de parte del laicismo, creo que se cae también en cierto exceso, al quitar entidad psicológica a la fe del creyente.
No pretendo contemporizar posiciones, colocarme en un punto medio de la polémica.
Por un lado intento sostener una idea crítica hacia la noción de verdad absoluta, aquella que se otorga a sí misma la calidad de indiscutible y, al mismo tiempo, creo que es una sana actitud, estar atentos a la posibilidad de que un discurso crítico, caiga en una idea absoluta, recayendo así en el mismo error que critica.
Quizás la única verdad absoluta sea el hecho de que estamos aquí dando la lata.
Descartes parió su Cógito: “porque pienso, existo”.
El nuestro sería: existo porque doy la lata, porque hago este ruido. Si el lector lo prefiere puedo dejar de lado la expresión irónica del “ruido” y decir que existo porque hago, porque soy esta música maravillosa.
Tampoco siento rechazo a la noción de milagro, por la sorpresa que me produce estar aquí dando la lata maravillosa de lo humano. En este sentido, de lo que es pudiendo no haber sido, suelo pensar que la vida es un milagro. Pero no en el sentido de estar producida por algo. No me atrevo a pasar de la sorpresa de existir.
Hace unos 20 años parí una idea con la que sigo estando de acuerdo, una especie de conclusión o de ley sobre de estas del pensamiento y su capacidad de enunciar verdades.
Consiste en una suerte de prohibición dialéctica que establecería los límites de una verdad:
Está prohibido el dogmatismo antidogmático.
Plantea por un lado que no se puede dejar de pensar. Entendiendo la naturaleza humana como máquina pensante, como espíritu pensante.
Identificando a la psiquis con el pensamiento, englobando en él, todo lo que hay en ella: sentimientos, ideas, emociones, intuiciones, teorías, ilusiones, etc.
Creo en la teoría de la luces - de la razón como realidad, que situó Hegel cuando dijo que “todo lo real es racional” - ampliada por Freud, cuando nos enseña que gran parte de los pensamientos son inconscientes.
Por ello estoy en contra del dogmatismo, porque es un límite a la razón Pienso que no hay nada que no sea procesable, y en este sentido, discutible; un sentido más vital que el del escolástico, el académico.
Agregando que, aunque todo es discutible, hay cosas que se sostienen como creencia.
Vale decir que, aún cuando creo que el dogmatismo es un error, también es dogmatismo criticar sin límites la crítica de dogmatismo.
En ese punto entiendo que en algo “hay” que creer. Por eso me parece que la ley del discernimiento es:
Está prohibido el dogmatismo antidogmático.
En lo social, esta ley se traduce como respetar la opinión del otro, mientras su opinión esté limitada por el respeto a la mía.
Creo que este es el mayor relativismo al que la razón puede llegar, un pensamiento crítico que lleva en su lógica un límite a su crítica.
A esta expresión del pensamiento crítico, no creo que se la pueda llamar “relativismo”, dándole a ese término un sentido general; sin caer en una lógica excesiva, cuando no es aplicada de forma exclusiva a sus excesos.
Luis Schnitman
Madrid. 08/2008
Intento descifrar el estatus de la imputación de “relativismo” que hace la Iglesia Católica al “pensamiento laicista”.
Tengo en general la impresión de que se exagera desde la crítica al laicismo, al adjudicarle un carácter absoluto a su relativismo, y de parte del laicismo, creo que se cae también en cierto exceso, al quitar entidad psicológica a la fe del creyente.
No pretendo contemporizar posiciones, colocarme en un punto medio de la polémica.
Por un lado intento sostener una idea crítica hacia la noción de verdad absoluta, aquella que se otorga a sí misma la calidad de indiscutible y, al mismo tiempo, creo que es una sana actitud, estar atentos a la posibilidad de que un discurso crítico, caiga en una idea absoluta, recayendo así en el mismo error que critica.
Quizás la única verdad absoluta sea el hecho de que estamos aquí dando la lata.
Descartes parió su Cógito: “porque pienso, existo”.
El nuestro sería: existo porque doy la lata, porque hago este ruido. Si el lector lo prefiere puedo dejar de lado la expresión irónica del “ruido” y decir que existo porque hago, porque soy esta música maravillosa.
Tampoco siento rechazo a la noción de milagro, por la sorpresa que me produce estar aquí dando la lata maravillosa de lo humano. En este sentido, de lo que es pudiendo no haber sido, suelo pensar que la vida es un milagro. Pero no en el sentido de estar producida por algo. No me atrevo a pasar de la sorpresa de existir.
Hace unos 20 años parí una idea con la que sigo estando de acuerdo, una especie de conclusión o de ley sobre de estas del pensamiento y su capacidad de enunciar verdades.
Consiste en una suerte de prohibición dialéctica que establecería los límites de una verdad:
Está prohibido el dogmatismo antidogmático.
Plantea por un lado que no se puede dejar de pensar. Entendiendo la naturaleza humana como máquina pensante, como espíritu pensante.
Identificando a la psiquis con el pensamiento, englobando en él, todo lo que hay en ella: sentimientos, ideas, emociones, intuiciones, teorías, ilusiones, etc.
Creo en la teoría de la luces - de la razón como realidad, que situó Hegel cuando dijo que “todo lo real es racional” - ampliada por Freud, cuando nos enseña que gran parte de los pensamientos son inconscientes.
Por ello estoy en contra del dogmatismo, porque es un límite a la razón Pienso que no hay nada que no sea procesable, y en este sentido, discutible; un sentido más vital que el del escolástico, el académico.
Agregando que, aunque todo es discutible, hay cosas que se sostienen como creencia.
Vale decir que, aún cuando creo que el dogmatismo es un error, también es dogmatismo criticar sin límites la crítica de dogmatismo.
En ese punto entiendo que en algo “hay” que creer. Por eso me parece que la ley del discernimiento es:
Está prohibido el dogmatismo antidogmático.
En lo social, esta ley se traduce como respetar la opinión del otro, mientras su opinión esté limitada por el respeto a la mía.
Creo que este es el mayor relativismo al que la razón puede llegar, un pensamiento crítico que lleva en su lógica un límite a su crítica.
A esta expresión del pensamiento crítico, no creo que se la pueda llamar “relativismo”, dándole a ese término un sentido general; sin caer en una lógica excesiva, cuando no es aplicada de forma exclusiva a sus excesos.
Luis Schnitman
Madrid. 08/2008
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