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sábado, 19 de julio de 2008

SER HUMANO VIRXILIO VIÉITEZ

Acabo de leer en las páginas de El Mundo, de Madrid, 16/7/2008, el obituario por un Señor que no conocía, debido a lo cual considero un atrevimiento por mi parte redactar estas líneas, pero lo hago de todos modos por la profunda impresión que esas líneas de homenaje me han producido.
Según el cronista, fue un gran artista que hizo sus imágenes fotográficas entre el todo y la nada.
Un hombre de pueblo, poco hablador, que se ganó la vida con un estudio fotográfico para fotos carnet y bodas y que, sin otra formación que sus zapatos para andar casas y caminos vecinales, produjo una obra universal.
Como una analogía, el cronista habla de otro fotógrafo que busca “la esencia del limo, la vida tal cual”, para ubicar lo que Virxilio fotografía: “Una extraña estética donde el ser humano lo ocupa todo, con una figura sin adornos; la sencillez sin aderezos, la humildad que limita con lo anónimo y la nada”.
Dice que fue un artista sin saberlo.
Lo que me impresiona está en dos direcciones relacionadas entre sí.
Por una parte este “todo” en relación con la “nada”. Donde me pregunto de qué todo y de que nada habla.
Si estamos hablando de arte, estaremos de acuerdo seguramente en que hablamos de los fundamentos del alma humana. En este sentido creo que el material del cual está hecha esta madera es el de los símbolos.
Recuerdo a Calderón con su verso más profuso cuando el piadoso y encarcelado Segismundo increpa a Dios preguntándole cuál ha sido su pecado para pago tan cruel: “El pecado mayor del hombre es haber nacido”, descubre. Y a Shakespeare: “el hombre está hecho de la misma madera que los sueños”.
Para los lugares a los que llegar se puede, me quedo en mi aldea; parece haber comprendido este gallego. Y se metió para adentro, hablando poco con la garganta y mucho con su vista y sus imágenes.
Me hace acordar de algunas máximas sabias con las que nunca sabemos qué hacer, como aquella que dice que todos los caminos llevan a Roma pero a Roma no se llega jamás. Como si se entendiera que vivir es buscar.
Algunos llegan a decir que si por una de esas casualidades de la vida, en ese buscar eterno y propiamente humano llegaras un día a la prohibida Roma, debes salir corriendo y perderte, para seguirla buscando. Es la idea de que el fundamento de la vida es el deseo.
¿Por qué el pecado del hombre es haber nacido? Esto equivale a decir que el hombre es el pecado.
¿Cuál es el pecado de ser humano?
Aquí podemos situar esta cosa del “todo” que surge de la “nada” del gallego. Perdón, perdón, no puedo dejar de situar una teórica, la de la teoría del significante del francés Lacan, que nos indica que en el fondo del fondo del alma hay una red de combinaciones que se sostiene en su permanente cambio, como en un juego de abalorios en que la combinación de formas y colores produce un sentido. En el fondo del alma, una combinación de símbolos que se van cambiando y reciclando, y en la conciencia un efecto de sentido diferente en cada combinación. Cada combinación un destino, cada color, un sentido de la vida.
¿Qué vio Virxilio Viéitez en su aldea, que le hizo recalar para siempre en la quietud?
Nos imaginamos que asomado al Aleph de las combinaciones infinitas, vio que todo era lo mismo, y borró de un plumazo las variaciones exteriores del mundo lleno de búsquedas en la realidad, y se limitó a su nada de ver la claridad del alma en su calle, en su madre enferma, en sus bodas de supervivencia.
También compró una moto para andar los senderos y fijar imágenes yermas y cotidianas llenas de luz y de misterio.
Los momentos de la verdad son de amor y humor, dice Galeano. Amor es lo que genera esta búsqueda entrañable de nuestro destino. Humor, es la señal del cambio. El chiste desde Freud está ligado a la sorpresa, en tanto el fundamento del alma es el eterno cambio.
Para dar testimonio del movimiento se plantó como un árbol del bosque, y desde allí sacó fotos del tiempo.

Las otras dos cosas que mencionaba, me parecen ahora suntuarias, por lo que sólo las voy a mencionar.
Lo que me hace pensar de la formación académica como camino de conocimiento, que siempre nos plantean estos sabios auto aprendidos.
Y la otra cuestión es la relación de la particular con lo universal, de lo que sólo diré que me parece que, como dijo Tolstoi, si pintas tu casa, el mundo vendrá a ella, lo cual no significa que crea que viajar por los colores mundanos no sea un camino. No todos somos Virxilio Viéitez, que descubrió de entrada el secreto de la tierra.

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