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sábado, 21 de junio de 2008

EL HUMANITO Y LA REPRESENTACION IMPOSIBLE DE UN FINAL

En lo inconsciente todos son símbolos, nadas con lugar, lugares vacíos que toman sentido por su relación con otros lugares vacíos.
Esta concepción produce algún vértigo. El mismo que se produce en nosotros cuando la palabra muerte se acerca a nuestro vocabulario.
Por el contrario, el efecto del síntoma es de plenitud de sentido.
Por lo tanto nuestra naturaleza es de tal tipo que nos aferramos al sentido en la medida en que el sentido nos aferra.
La conciencia de un final no tiene ninguna representación a su favor, porque la representación de cualquier sentido es vivida como una plenitud. El sentido, su representación, como por ejemplo, ¡qué calor! es acompañado de la sensación de plenitud. No nos cabe duda de que sentimos lo que estamos sintiendo.
Por ello no puede haber representación de un final.
Y por eso, contra toda evidencia histórica, el humanito se siente un dios.
La muerte, incluso la limitación de cualquier tipo, le es imposible al humanito. Esto al humanito le rompe los nervios literalmente.

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