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domingo, 24 de febrero de 2008

ERRAR ES HUMANO


“Matrix” y el psicoanálisis

En las series de la Tele, de un tiempo a esta parte se han puesto de moda temas de magia, esoterismo, terror, brujería, cosas del otro mundo, muertos vivientes, historias de asociaciones esotéricas, y un largo etc., que me suenan a lo mismo. Me pregunto de qué se trata. Me digo que tiene que haber un denominador común, pero ¿cuál es?
Creo que en estos asuntos está implícita una particular concepción de la realidad.
Me acuerdo de “Matrix”, película que se ha vuelto un paradigma de estos tiempos.
Desde los comienzos del pensamiento científico se había tenido una concepción de la realidad muy ceñida, ligada a los experimentos físicos que le dieron origen; un pensamiento de tipo sustancialista, vale decir una concepción de la realidad donde todo era acotable, evidenciable.
El psicoanálisis, con Freud, entre otras disciplinas, ha abierto otra concepción de la realidad. No se trata de negar la objetividad de las cosas de la realidad material, sino tener en cuenta que la lectura de la realidad, tiene su casa en la realidad psíquica. Esta realidad psíquica, es una relación gerundia, una estructura cuya estabilidad reside en un sistema de cambio continuo, que hace que la lectura de la realidad material sea también variable. Ninguna lectura de la realidad material, llevada a cabo por el psiquismo de naturaleza cambiante, es estable, por lo tanto, todas las lecturas inducen a un error posible. Es error posible en tanto dicha realidad puede ser leída desde distintos puntos de vista, desde distintas concepciones o maneras de pensar.
La pregunta aquí es la de cuál es la forma idónea de situarnos frente a esta situación del error inevitable y la inevitable falta de acuerdo que garantiza para los seres humanos.
Lo que plantea Matrix es que la realidad está oculta por una programación simbólica, que puede llegar a ser atravesada por el elegido. Es el que garantiza la salida de la ilusión y la existencia de una realidad verdadera, una realidad real que no depende de otras miradas y puntos de vista.
En la película un grupo humano se pone a trabajar en la gran tarea de librarse de la hipnosis que tapa la verdadera realidad.
Pero cuando el elegido llega finalmente a su destino, un señor con elegantes barbas y vestiduras, que es el que manda todo, le muestra los retratos de muchos elegidos que antes de él habían llegado y descubrieron que el objetivo es, al mismo tiempo que legítimo e irrenunciable, el mejor de los caminos que los humanos pueden tomar, aunque llegar no cambia nada, porque las cosas son así. Existe, como los hombres sospechaban, una hipnosis que confunde la realidad realmente real, pero esta realidad realmente real incluye la hipnosis.
Buscar es lo que hay; buscar es lo que se puede encontrar.
También lo dijo Lacan en su afirmación de que no hay metalenguaje: no hay un lenguaje por fuera del lenguaje que garantice la realidad real. Lo que quiere decir seguramente que no hay nada humano por fuera del lenguaje, y ninguna realidad deja de estar interpretada por los símbolos del pensamiento.
También recuerdo el famoso graffiti de un baño de Londres en los años 60: paren el mundo, me quiero bajar.
También recuerdo al profesor de psiquiatría que nos decía: muchachos, darle el lenguaje a un perro, es una crueldad.
Asimismo, el hecho de que en la vida siempre hay goce y siempre hay sufrimiento, porque hay descubrimiento del sentido de la realidad, y pérdida de ese sentido antes hallado.

Esta línea de otromundismo que nos sugieren los medios, puede enfocarse como la idealización de una realidad que podría ser verdadera de una manera absoluta, no sujeta a símbolo ni a interpretación, con el argumento o la excusa de una más profunda realidad que aquella que nos encontramos a la simple luz del día, la realidad mágica, esotérica, zómbica, otromúndica. ¿Que imaginario puede dudar de un zombi? Nada más indudable que lo inalcanzable.
Las cosas a la simple luz del día muchas veces nos desbordan por su complejidad.


Luis Schnitman
24/02/2008


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