SE DESEA LO QUE NO SE TIENE.
Si se prohibiera
a alguien comer piedras, piedras comería, mataría por comerlas, hasta se
mataría a si mismo con tal de comerlas.
El pensamiento
humano está asentado en un mecanismo de cambio permanente. Un símbolo entra
cuando otro sale y todo el ser se conmueve.*
Ante la entrada
de cada nuevo pensamiento la personalidad puede derrumbarse, no reconocerse.
Por eso
deseamos, debido al miedo a desaparecer.
Prohibir algo no
es fuerza menor; genera, como cuestión de vida o muerte, el deseo de lo
prohibido.
Levantar la
prohibición de las drogas no debiera llevar al aumento de su consumo, ya que se
dejaría de estimularlo por vía del deseo de lo prohibido.
*La cadena de
significantes inconscientes de Lacan (La
instancia de la letra en lo inconsciente. Escritos. S. XXI Editores).
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