De Versos y oraciones del
caminante, canto XII:
No es lo que me trae cansado
este camino de ahora…
No cansa
una vuelta sola,
cansa el estar todo un día,
hora tras hora,
y día tras día un año
y año tras año una vida dando vueltas a la noria.
Se me ocurre una lectura, que como todas corre el riesgo de ser
arbitraria: De lo que está cansado el poeta es del significante.
Cuando se avanza en la lectura poética, el poeta se va desencarnando de
la realidad porque ve que en toda la asombrosa variación de temas de la vida,
todo se remite a lo mismo, a aquello que tenemos en la cabeza que hace posible
que nos relacionemos con los hechos reales dándoles un sentido. A este
mecanismo inconsciente que produce sentido, la cadena del significante.
Hay días en que el poeta es demasiado consciente de esto y se ve a sí
mismo como un mecanismo. Tener esa visión no es demasiado bueno ni demasiado
fácil, pero el poeta en algunos momentos se acerca a verlo, y ese es el
cansancio que sufre.
Por otra parte la pueden sufrir todos los hombres, porque en algún
rincón del alma todos tenemos algo de poetas.
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