Hablando ayer sobre la gran crisis económica mundial, de la que nadie parece saber a ciencia cierta de dónde ha salido ni para dónde va, pensé que si se trataba de una crisis de confianza, como comúnmente opinan los especialistas, y la confianza se le otorga a quien no nos miente, la gran crisis se debería a la mentira.
Acabé de decirlo y no pude dejar de temer que esta fuese una idea ingenua.
¿Por qué podría ser una idea ingenua? - Porque hablar de mentir parece tener que ver con la subjetividad, vale decir que podría no coincidir con criterios objetivos que se guían más por la noción de estructura material, que es una de las ideas que siguen siento válidas de Marx, basada especialmente en la idea de la sobre determinación económica sobre la conducta social. Pero también, pensé a renglón seguido, una de las críticas que se le hicieron al marxismo fue que le falta una teoría del sujeto, vale decir del funcionamiento psíquico. Esto equivale a decir que los mecanismos de la mente también participan de la estructura material de la realidad social; por lo cual las conductas de las personas también determinarían los asuntos sociales, como por ejemplo el mentir.
La costumbre de mentir por lo tanto podría tener validez como una hipótesis más sobre la causa de la gran crisis actual.
De lo que se concluye que cuando salgamos de esta crisis podremos tener que modificar distintas cuestiones del sistema socio económico, como por ejemplo: más capitalismo, menos capitalismo, más intervencionismo estatal, alguna otra cuestión que no sabemos vislumbrar… y tal vez exorcizar la costumbre de mentir.
Como decía, me pregunté si esto era una ingenuidad intelectual de mi parte por ser algo subjetivo o de orden moral, y a renglón seguido me dije que podría ser así a menos que la costumbre de mentir estuviera sistematizada en la realidad material de la sociedad. Y pensé en una reflexión sobre el caso Madoff, el macro estafador que se descubrió hace un par de meses, que reseñamos en un artículo titulado La pirámide general. Pensé que esta pirámide general - una especie de estructura falsaria montada en la economía social - podría ser la estructura material de la costumbre de mentir que se habría adueñado del modo de funcionamiento de las cosas del mundo humano.
La estructura de la estafa piramidal es que alguien promete algo que no puede garantizar. El que compra el producto sin garantía, en la creencia de que sí la tiene, participa en la estructura de la estafa con esta creencia. En todo caso la fórmula consiste en que ambos asumen un riesgo sin garantías, convirtiendo una inversión en una apuesta, el uno por malicia y el otro por ignorancia. Se puede plantear en ello una estructura material de la mentira. La mentira a nivel social se estructuraría como una costumbre de mentir en forma de estafa piramidal, donde todos hacemos como que invertimos cuando en realidad apostamos a que la creencia en que estamos haciendo una inversión, no se haga ver el tiempo suficiente para retirar capital y beneficios.
Mientras la costumbre piramidal de la mentira siga funcionando, aunque vayamos hacia la ruptura inevitable del sistema, vivimos del cuento que nosotros mismos nos echamos, y vivimos bien.
Un regreso a la verdad – a la ruptura con la costumbre de mentir - en este sentido, se traduce como un regreso a la creencia en la responsabilidad, vale decir valorar el respaldo económico, conceptual, moral, ético, científico, afectivo, social, etc.… generalizado a todas las actividades humanas en el orden social y personal.
¿Tiene un lugar en la realidad este regreso a la responsabilidad?
¿Sin este regreso a la responsabilidad, puede esperarse una superación de la desconfianza que nos habría llevado al borde del abismo?
¿Es concebible un mundo fuera de la costumbre de mentir?
Las palabras del estafador Madoff referidas a su fraude cuando lo interrogó la policía: todo es una gran mentira ¿podría ampliarse a casi todo?
¿Un malandrín dando pistas de la ley? Como están las cosas con los presuntos falsarios que aparentan verdad, al menos los mentirosos confesos nos ofrecen una referencia de la realidad. ¿Así están las cosas?
Luis Schnitman
Madrid. 9.3.2009
Acabé de decirlo y no pude dejar de temer que esta fuese una idea ingenua.
¿Por qué podría ser una idea ingenua? - Porque hablar de mentir parece tener que ver con la subjetividad, vale decir que podría no coincidir con criterios objetivos que se guían más por la noción de estructura material, que es una de las ideas que siguen siento válidas de Marx, basada especialmente en la idea de la sobre determinación económica sobre la conducta social. Pero también, pensé a renglón seguido, una de las críticas que se le hicieron al marxismo fue que le falta una teoría del sujeto, vale decir del funcionamiento psíquico. Esto equivale a decir que los mecanismos de la mente también participan de la estructura material de la realidad social; por lo cual las conductas de las personas también determinarían los asuntos sociales, como por ejemplo el mentir.
La costumbre de mentir por lo tanto podría tener validez como una hipótesis más sobre la causa de la gran crisis actual.
De lo que se concluye que cuando salgamos de esta crisis podremos tener que modificar distintas cuestiones del sistema socio económico, como por ejemplo: más capitalismo, menos capitalismo, más intervencionismo estatal, alguna otra cuestión que no sabemos vislumbrar… y tal vez exorcizar la costumbre de mentir.
Como decía, me pregunté si esto era una ingenuidad intelectual de mi parte por ser algo subjetivo o de orden moral, y a renglón seguido me dije que podría ser así a menos que la costumbre de mentir estuviera sistematizada en la realidad material de la sociedad. Y pensé en una reflexión sobre el caso Madoff, el macro estafador que se descubrió hace un par de meses, que reseñamos en un artículo titulado La pirámide general. Pensé que esta pirámide general - una especie de estructura falsaria montada en la economía social - podría ser la estructura material de la costumbre de mentir que se habría adueñado del modo de funcionamiento de las cosas del mundo humano.
La estructura de la estafa piramidal es que alguien promete algo que no puede garantizar. El que compra el producto sin garantía, en la creencia de que sí la tiene, participa en la estructura de la estafa con esta creencia. En todo caso la fórmula consiste en que ambos asumen un riesgo sin garantías, convirtiendo una inversión en una apuesta, el uno por malicia y el otro por ignorancia. Se puede plantear en ello una estructura material de la mentira. La mentira a nivel social se estructuraría como una costumbre de mentir en forma de estafa piramidal, donde todos hacemos como que invertimos cuando en realidad apostamos a que la creencia en que estamos haciendo una inversión, no se haga ver el tiempo suficiente para retirar capital y beneficios.
Mientras la costumbre piramidal de la mentira siga funcionando, aunque vayamos hacia la ruptura inevitable del sistema, vivimos del cuento que nosotros mismos nos echamos, y vivimos bien.
Un regreso a la verdad – a la ruptura con la costumbre de mentir - en este sentido, se traduce como un regreso a la creencia en la responsabilidad, vale decir valorar el respaldo económico, conceptual, moral, ético, científico, afectivo, social, etc.… generalizado a todas las actividades humanas en el orden social y personal.
¿Tiene un lugar en la realidad este regreso a la responsabilidad?
¿Sin este regreso a la responsabilidad, puede esperarse una superación de la desconfianza que nos habría llevado al borde del abismo?
¿Es concebible un mundo fuera de la costumbre de mentir?
Las palabras del estafador Madoff referidas a su fraude cuando lo interrogó la policía: todo es una gran mentira ¿podría ampliarse a casi todo?
¿Un malandrín dando pistas de la ley? Como están las cosas con los presuntos falsarios que aparentan verdad, al menos los mentirosos confesos nos ofrecen una referencia de la realidad. ¿Así están las cosas?
Luis Schnitman
Madrid. 9.3.2009
La tendencia general de las personas es a mentir. Por qué mentimos?
ResponderEliminarValentina
Hola Valentina:
ResponderEliminarTu pregunta es fuerte. Suponto que puede buscarse la respuesta en varios niveles, uno es la presión de los intereses económicos como vimos, otra propia del psiquismo, otra de orden ético o moral.
Desde el punto de vista psíquico la mentira puede pensarse como ligado a que la verdad es no traicionar al interlocutor, en lo que en su esencia se pone en juego cuando conversa con uno. Al mismo tiempo me pregunto ¿Por qué es tan fácil caer en la mentira? Puede pensarse en una concepción de máscara, en la idea de que somos por naturaleza una lectura de nosotros mismos y podemos tener la tentación de ser algo absoluto, una certeza total y no una lectura. Y mentir en ese sentido puede ser para muchos una especie de venganza contra nuestra propia naturaleza. En fin, podemos seguir conversando al respecto.
Gracias por tu pregunta.
Humanito
Me parece muy curiosa esa mirada sobre la mentira. Me ha interesado la logoterapia y otras disciplinas de la conciencia y lo que puedo entender es que mentimos en general por dos razones: Por temor o miedo o por que tenemos interes en la manipulación del otro.Me gustarìa que me aclares que quieres decir con que "la verdad es no traicionar al interlocutor, en lo que en su esencia se pone en juego cuando conversa con uno".
ResponderEliminarLuis Eduardo Rivera
Hola Luis Eduardo
ResponderEliminarCreo que cuando hablamos con otro, se pone en juego algo esencial, más allá del tema o la información que se intercambia. Creo que se pone en contacto algo del alma, por decirlo así, o también diría, algo de nuestro inconsciente. Por eso sabemos quién somos en el momento en que comenzamos la conversación pero no sabemos quienes seremos en su desarrollo o después de ella. Algo esencial se pone en juego, porque algo de nuestra esencia inconsciente tiene que ver con el otro.
En este sentido, mentir es traicionar lo que alguien pone en juego al hablar conmigo.
Un saludo
Luis S.