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domingo, 11 de noviembre de 2007

NEUROSIS HISTERICA EN UN CASO DE ANOREXIA NERVIOSA




¿Qué es la neurosis histérica?

Vamos a hacer una sinopsis breve que trataremos sea comprensible sobre esta enfermedad.
En primer lugar definimos la neurosis en general, como causada por lo que reglamos con la palabra mnemotécnica CAER, con I: CAIR.
Significa:
Conflictos.
Afectivos.
Infantiles.
Reprimidos.
En la experiencia vamos encajando mejor o peor las experiencias. Algunas de ellas nos quedan atascadas por miedo, confusión conceptual, idealización excesiva o desvalorización de otro o del propio sujeto, entre otras posibles circunstancias de difícil digestión, y se producen síntomas. En estos este complejo de conflictos inconscientes - de los que el sujeto en su conciencia no tiene registro – halla un modo de expresión.
En este sentido, la producción del síntoma busca una salida, una resolución, ya que, lo que la conciencia del sujeto no alcanza a resolver, se muestra a los otros y a si mismo, y en ello se abre la posibilidad de ser descifrado, y resolverlo.
En la clasificación psiquiátrica de moda, se les llama trastornos emocionales. El nombre está basado en que, lo que se observa en las neurosis son exacerbaciones y distorsiones de la conducta.
Esta forma de nombrarla, aunque correcta, como ocurre en todas las clasificaciones basadas en los fenómenos de alteración de la conducta, padece de un reduccionismo, porque considera el centro del problema en algunos efectos observables, y deja de lado otros efectos visibles y lo que es más sensible, las causas inconscientes, que si bien no son visibles, son deducibles.
Aunque es justo aceptar que no carecen de coherencia al hacerlo así, porque en su concepción teórica de las causas de las neurosis – como del resto de los trastornos mentales – el concepto de inconsciente no existe.
No es que se trate de una omisión o distracción teórica, sino que en su teoría de la naturaleza del psiquismo, se considera que el concepto de inconsciente no tiene validez. Este es el punto en el que se considera que la teoría psicoanalítica no es válida.
Esto resulta teórica y clínicamente risible, porque es como el cuento de un animal escurridizo que, se lo saca por la puerta y vuelve a entrar por la ventana.
Vamos ahora a dejar atrás la naturaleza de la neurosis, para centrarnos en el tipo de neurosis que nos ocupa, que es la llamada Neurosis Histérica.
Efectivamente dentro de las neurosis existen varios tipos descritos, siendo esta uno de ellos.
Lacan sitúa esta neurosis preguntando por el objeto del deseo de la histérica.
Esto es interesante para comprender en qué consiste, porque según su forma, va a sentirse atraída por personas o situaciones con las que pueda interactuar y así relacionarse.
La respuesta de Lacan es: el objeto deseable para la histeria es el deseo insatisfecho del otro.
Con lo que quiere decir que desea una persona que la desee a ella pero que su deseo por ella haya sido rechazado.
No le gusta simplemente porque él gusta de ella, sino que lo que le gusta es que el otro la desee en una situación penosa, con su deseo frustrado; la situación en que se queda alguien que desea a otro cuando este lo rechaza. Es esta la condición de deseo de esta neurosis: desea el deseo insatisfecho del otro.
Esto está causado por una dificultad en asumir el lugar de objeto de deseo, que es lo propio de la posición femenina.
La posición psíquica de objeto es propia de la posición femenina, pero eso no significa que sólo la pueda asumir la mujer. En este sentido rescatamos el planteo freudiano de la bisexualidad simbólica del sujeto. Por lo cual no hablamos de mujer u hombre sino de posición femenina, como aquella que se sitúa como objeto de deseo. Por ejemplo, la posición psíquica del poeta, o del creador en general, es una posición femenina, independientemente del sexo del poeta, pero relacionada a la función del pensamiento poético.
Puede haber por tanto neurosis histérica tanto en hombres como en mujeres.
Pero siempre es una distorsión de la posición femenina, ya fuese un histérico o una histérica. Por ello hablamos de neurosis histérica o histeria, sin género.
Cuando la posición femenina tiene dificultad para asumir la función de objeto de deseo del otro, en la histeria, se forma un mecanismo de relación con el otro, que sigue siempre los mismos pasos:
Seduce al otro para que la desee.
Rechaza al que la desea.
Desea al otro rechazado.
La conducta observable en la histeria es por tanto, seducir para frustrar, seducir para rechazar.
La persona enferma de esta neurosis sufre mucho, y su sufrimiento está en espejo con su estructura de conducta.
Para el observador externo, es ella la que hace sufrir al otro, pero la histeria lo ve al revés. Ella no es consciente de que rechaza al que la desea. Lo que ve es que el otro le falta el respeto, siente que tiene por ella un deseo ilegítimo, un deseo al que no puede acceder porque lastima su dignidad.
Freud habló de ello en el primer tiempo como algo que estaba producido por un conflicto con la sexualidad, pensando que la histeria era un rechazo a su propia sexualidad, entendida como sexo físico. Sin embargo, con lo que tiene conflicto la sexualidad de la histeria, es con su posición femenina. Vale decir que tiene un conflicto con su sexualidad, sí, pero con su sexualidad psíquica, en tanto rechaza el lugar de objeto que es requerido por el deseo del otro. El que desea algo, en efecto, para poder desear, requiere del otro su posición en el lugar del objeto.
La publicidad de cualquier producto de consumo, se ofrece en el lugar del objeto: “Tal lavadora, tal casa, tal coche, etc., es lo que usted desea, lo que siempre ha deseado, etc.”; reza el discurso publicitario.
Se lo ofrece desde el lugar del objeto, para que el sujeto al que se dirige el mensaje, se sienta provocado a desear.
Se lo seduce en tanto es inducido a desear algo. A este algo se lo coloca en la posición del objeto de deseo.
La histeria tiene dificultad para asumirse en el lugar de objeto. Conscientemente desea ser deseada, desea ser objeto del deseo del otro y en ello sufre la frustración.
¿Por qué rechaza la posición de objeto de deseo ?
Porque está identificada con la posición masculina. En las vicisitudes de su historia de vida siempre se hallan las razones de este posicionamiento inconsciente.
Si nos ponemos a razonar ella vemos que la vía de la comprensión está bloqueada.
Es por la vía del dolor producido por su frustración - al que hay que darle la escucha y la palabra - por la cual esta neurosis se irá modificando.
El psicoanálisis de la posición de rechazo a identificarse con el objeto, es un camino de dolor.
El psicoanalista tiene que situarse en una posición de no deseante respecto al paciente. Con ello, la neurosis histérica invierte su posición de rechazo a asumirse como objeto; porque se halla en una relación con el analista donde su necesidad de asumirla se ve apoyada por el fracaso de su seducción. Vale decir que el paciente va a tratar de seducir al analista pero, ante la imposibilidad de seducirlo, va a forzar su posición seductora hasta llegar a un punto donde se va a hallar presa de esta posición, de la cual no se podrá salir tan fácilmente como antes, para frustrar al otro y así poder desearlo. Por lo tanto irá elaborando una entrada en la posición de objeto del deseo, estructurándose así la posición femenina en su personalidad inconsciente.
Porque lo que sostiene la histeria en su sitio, es la eficacia del mecanismo de la seducción sobre el otro. Con no desearla, la posición de objeto se ve necesitada de ser asumida.
No es necesario al argumento, pero valga decirse que, si el lector se pregunta cómo hace el analista para no ser seducido, esta pregunta tiene su pertinencia, ya que la persona del analista tiene sus deseos.
La respuesta está ligada a que la formación del analista le lleva a desear su función de analizar al paciente; vale decir que sus deseos personales quedan de lado para dar preeminencia al deseo de la función, al deseo de ocupar la función de analista, por lo cual da prioridad a los deseos que requiere el paciente. En este caso el de no ser seducido por este.
Hay que tener en cuenta que la función de analista es una posición inconsciente producida en su formación, y no se trata sólo de una cuestión de decisión intelectual de su conciencia, ligada al conocimiento teórico de lo que es necesario para la función. Se trata de una posición, efectivamente inconsciente, que es trabajada en la formación permanente del analista. Entre otras instrumentaciones de su formación: el psicoanálisis del propio analista y la supervisión de casos en un ámbito escolar o grupal de formación.




5 comentarios:

  1. He leido este blog varias veces y cada vez le encuentro algo más. Estoy en psicoanálisis así que me ha sido útil para saber de qué va el asunto. Gracias.

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  2. Estimada Juliana O.
    Me alegro que te sirva el texto psicoanalítico.
    Te dejo un link:

    http://humanito.info

    en que presentamos el nuevo proyecto editorial, especialmente en forma de e.books de temas clínicos.
    Un saludo
    Luis Schnitman

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  3. Cada vez que leo sobre la neurosis histérica o la obsesiva, quedo mas confundido. Estoy en análisis hace casi 3 años y estudio psicología, y vivo con ganas de preguntarle a mi analista si soy obsesivo o histérico, pero tengo la sensación de que no me responderá jejeje.
    Impresionante este post, muy claro y muy denso al mismo tiempo. Voy a imprimirlo y estudiarlo detenidamente. Gracias!

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  4. Estimado IeSuS:
    Creo haber contestado a su inquietud via e.mail, pero veo que no lo hice en este sitio del mismo blog.
    Una pequeña reflexión anexa desde Lacan. El ubica la N. Histérica en cuanto a la determinación del objeto. Dice que el objeto de deseo de la histeria es el deseo frustrado del otro. Esto signfica que la N.H. primero seduce al objeto, luego siente que el otro no responde del modo que necesita a esta seducción debido a lo cual se sinte frustada y a consecuncia de tal frustración le da la espalda. Por ello el otro ve que el que primero se había mostrado interesado en él ahora lo desprecia. A partir dé ahí se produce un objeto frustrado en el otro. Este es el recorrido del deseo de la histeria como deseo frustrado del otro.
    De la N. Obsesiva puede decirse que el objeto de deseo está puesto en duda. La N.O. tiene dificultad en definir el objeto de su deseo, su objeto de deseo es indefinido.

    Un saludo

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  5. Una Persona NH puede amar a su pareja?

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