Mientras se la legaliza para acabar con el narco, se les dice a los jóvenes que la droga produce daño. Estos dos actos llevados a cabo simultáneamente, pueden mirarse desde el punto de vista de que se da al joven un lugar de inteligencia para discernir lo que es conveniente para sí mismo.
La discusión sobre si va a aumentar el consumo por estar la droga más a la mano, es in-decidible.
Pero si se dice, a través de las campañas – como se viene haciendo – que hace daño aunque sea legal, también se estaría dando al joven el reconocimiento de que tiene capacidad de pensamiento.
Nos parece interesante tener en cuenta este aspecto psicológico, en la discusión compleja de la legalización que se ha vuelto a poner sobre el tapete, en parte por los sucesos criminales que afectan a México.
Habrá que esperar hasta que el asunto de la violencia narca en México se extienda hasta los Estados Unidos y entonces la legalización seguramente empezará a ser considerada posible. Mientras los jóvenes tienen la posibilidad de luchar contra lo que les impide pensar. Diego Y.
ResponderEliminarEstimado "Anónimo"
ResponderEliminarEs muy interesante lo que dice, nadie se cura en cuerpo ajeno.
Luchar contra lo que impide pensar, es la línea de resistencia, algo así como apagar el receptor interior de publicidad.
Gracias por su comentario